Nuestra Historia

Desde entonces ha dado sabor a varias generaciones para posicionarse en el corazón de los habitantes de ambos lados de la frontera.

Su fundador fue Francisco Wong Esquivel, quien convirtió el establecimiento gastronómico de comida cantonesa en el más prestigiado y consolidado de la región. Desde hace cuatro décadas, combina la elegancia contemporánea con la calidez de un servicio excepcional.

Francisco, originario de Torreón, Coahuila, fue un inmigrante con el comercio y el amor por el trabajo. Poco después de la Segunda Guerra Mundial, se dedicó en la comarca lagunera a la venta de llantas que compraba en esta frontera. En uno de esos viajes, se dio cuenta de que Juárez era una ciudad de oportunidades.

Una anécdota familiar cuenta que en la década de 1950, en medio de un conflicto entre Estados Unidos y países orientales, Francisco cruzó la línea fronteriza y le quitaron el pasaporte por su descendencia china. Esto provocó que el negocio de los cuadros se viniera abajo, y entonces comenzó con una serie de pequeños negocios.

Esto derivaría en un comedor modesto ubicado en el cruce Paseo Triunfo de la República y De las Américas. La fama del sazón creció tanto que pasó de ser un comedor con unas cuantas mesas a un restaurante. Francisco quería dejar una huella imborrable en la comunidad que tanto quería y combinó lo mejor de la comida china con el esfuerzo constante por ofrecer lo mejor en servicio y calidad, hasta llegar al brillo actual de su arquitectura y fachada de un palacio real.

Cuando hablamos de Shangri La, hablamos también de la historia de Juárez, pues ha sido testigo de la transformación radical de la ciudad. Desde aquellos días de una comunidad en desarrollo y de lento crecimiento, hasta los cambios impulsados por el dinamismo económico que convirtió a la frontera en una de las urbes más importantes del país.

La resiliencia de Shangri La frente a estos cambios económicos refleja más que una administración magistral y una capacidad para adaptarse a las demandas de una urbe en constante transformación: refleja amor por Ciudad Juárez, siendo hasta hoy el restaurante más importante y querido de la región.

Favorito de personalidades de la farándula y la política nacional, el restaurante de comida china tiene en el pato almendrado a la estrella del menú, con una receta especial de la salsa agridulce que hace del platillo una experiencia inolvidable.

Francisco Wong falleció en 1999, a la edad de 72 años, pero su legado perdura en cada platillo, en cada sonrisa de los comensales, en cada visita de las familias fronterizas que han hecho de Shangri La una tradición gastronómica que hasta hoy permanece inalterable.